lunes, 26 de enero de 2009

Despertando

Estuve ausente 15 días y ni siquiera fue capaz de preguntarme cómo estaba. No me sorprende. Lamentablemente lo leo como a un libro. Sé como piensa, lo que va a decir y a hacer. Sabía que no iba a llamarme. Lo que nunca esperaba es que me demostrara tan descaradamente que le doy lo mismo. Si estoy, estoy, y si no estoy, le resbala. Ok. Ya entendí.
Voy a hacer lo mismo (si es que puedo).
No lamento tanto eso, pasaron 3 meses y ya me acostumbré a hacerme la que no me importaba que yo a él no le importe.
Lo que me molesta es que estaba tan ciega y tan malditamente ilusionada que no quise ver que había algo bueno en frente.
Es que en realidad él nunca fue lo que yo creía que era, siempre lo supe. Tenía la esperanza de estar equivocada. Debí saber que la razón no se equivoca. El corazón sí.
:(

3 comentarios:

unapareed dijo...

No se..
Supongo que tenes que ser fuerte para tratar de superarlo, y seguir adelante, se lo mucho que cuesta pero estoy segura que ahi afuera hay alguien perfecto para vos, que no te va a hacer pasar por todo esto, alguien que de verdad te merece..

Es un idiota, y el ciego, es él.. que no supo ver lo mucho que lo querias, el no te merece ni un poquito.

annie dijo...

A mí me paso. Bah, me sigue pasando. Tenés que tratar de mirar para adelante y dejar de esperar a esa persona. Siempre va a aparecer otra mejor, que te haga olvidar de la otra. Un clavo, saca a otro clavo!

La luna dijo...

La razón es una estúpida.