domingo, 19 de octubre de 2008

7 días

Lo extraño a horrores.
Sobretodo en las mañanas. Me despierto y pienso en él, pero a medida que el día transcurre me voy dando cuenta que el sentimiento no es mutuo y que no puedo permitirme extrañarlo. Entonces me acostumbro a la idea de que fue sólo una tarde que no volverá.
Después de todo no es tan malo no tenerlo. Sobrevivo sin él.
Todo en él decía que me quería. Ahora simplemente no lo sé.
¿Puede sus sentimientos cambiar de un día para el otro?
No puedo hacer que me quiera, pero sólo quiero tenes la certeza de que no lo hace, para no seguir aferrada a un cariño que quizás nunca existió.

2 comentarios:

La luna dijo...

Es cuestión de duelo, de tiempo, y de costumbre.

Karenvon dijo...

ánimo y fuerza el desapego cuesta pero como dice en un blog amigo el desapego no es desamor...dejar partir a quienes amamos es amar con tanta intensidad que le permitimos libertad a esa persona para escoger lo mejor en su vida... aunque no sea al lado de nosotros...

Vamos que pronto verás el sol nuevamente

Saludos!