jueves, 30 de julio de 2009

Me tomo un café con tu ausencia


A veces intento ser fuerte, en el sentido de decirme a mí misma que ya no me importas, que ya no pienso en vos. Que sos historia antigua y que no quiero volver a verte ni en figuritas. Pero no...
"La verdad es que miento que vivo pensando si te olvidaré"
Yo no puedo ser tu amiga después de todo lo que sentí, y aunque tengo muy en claro que no me querías, que solamente querías "pasar el rato", llegué a la conclusión de que me pegaste muy fuerte y no sé por qué.
Lo único que sé es que desde la última vez que te vi, desde ese último beso que me diste, no dejé de extrañarte. Por ahí tuve momentos en los que mi estado anímico era más sólido y simplemente disfrazaba el vacío que me dejaste en el alma, pero hasta el día de hoy yo te extraño. Y quisiera ser yo la que está en tu foto, pero el amor es cruel. O por lo menos me gusta echarle la culpa a él.
En fin, como soy experta para alejar lo que quiero un buen día decidí que ya no quería tener contacto con vos. ¿Para qué? Decí la verdad, no tenemos mucho de que hablar y yo cada vez que te veo tengo ganas de comerte a besos. El problema es que asimilaste tan bien todo lo que te dije (o lo que no te dije) que ya no nos hablamos. Ni un hola por msn siquiera. Y obviamente tu desaparición tan buscada por mí tiene su efecto. Pero pienso que es lo mejor.
Yo quiero olvidarte, necesito olvidarte, pero no sé por dónde empezar. Si en realidad lo que quiero es que nunca te hayas ido.
Uno no está donde el cuerpo sino donde más lo extrañan. Y aquí se te extraña tanto...

1 comentario:

Federico dijo...

El olvido es algo que sin que uno lo busque viene, a no desesperar.
beso