viernes, 27 de marzo de 2009

¿Cuándo volverás a ser lo que no fuiste nunca?

Nunca.
Ya pasó tanto en el medio que hasta no me parece haberte conocido. Si quedaba algo de esperanza, de ilusión o lo que sea que pudiera decirme que volverías se fue para siempre.
Cómo me gustaría tener tu capacidad de olvido. Ya estás en otra. Mejor dicho, estás con otra.
Hacía días que no hablaba con vos, por qué me tuve que enterar? Esa clase de noticias llega tan rápido.
Pensé que me iba a doler mucho más, pero creo que lo esperaba y por eso no me sorprendí.
Ni siquiera sé cómo sentirme. Quiero verte, y a la vez no.
Sé que ya no tiene sentido buscarte, pero andá decirle eso a mi corazón.

martes, 17 de marzo de 2009

Olvidando lo inolvidable (tratando)

A veces te odio, no puedo creer lo malvado que sos, no logro entenderte. Otras te extraño, con toda la fuerza de mi corazón, me pongo triste y pienso que algún día vamos a volver a estar juntos. Es como si no me resignara a aceptar que ya fue todo. Cada día que pasa espero algún milagro que te haga ser como eras antes, como me gustás. Y a veces pareciera que me escuchás y te transformás en alguien diferente, alguien a quien le importo, pero ese espejismo dura tan poco.
¿Cuántas veces puedo soñar que todo se recupera? Aprovecho los días en que te convertís en algo que vale la pena para aferrarme a la sensación de que puedo volver a sentirme feliz con vos, que no es imposible que me vuelvas a querer. Pero también me siento una estúpida, porque debería dejarte atrás y olvidarte como si fueras cualquiera en el mundo. Y no, sos uno en un millón. No tolero la idea de que no me quieras.
Qué cruel que fue el destino... Yo no tenía posibilidades de conocer a ningún chico nuevo, a nadie! Pero tuvieron que presentarnos, teníamos que tener amistades en común, tenía que cruzarte en los lugares más recónditos de la ciudad, vos tenías que pedirme el celular y el msn, yo te los tenía que dar. Tenías que invitarme a salir, yo tenía que decir que sí, cuando ni siquiera me gustabas.
"Salgo una vez y nunca más", "salgo otra y listo". Pero no, por algún motivo me encariñaba cada vez más. Y por un tiempo era todo lindo, pero algo te pasó y es el día de hoy que me pregunto qué.
No puedo ser más tarada porque no tengo tiempo.
Yo sé que estas cosas pasan, no es que esperaba haber conocido al amor de mi vida a los 17 años pero tampoco puedo creer que de un día al otro todo se haya terminado.
Nunca quise a nadie de esta forma. Pero las cosas cambian.
Olvidarte, creo que nunca.

jueves, 12 de marzo de 2009

Olvidando lo inolvidable (tratando)

A veces te odio, no puedo creer lo malvado que sos, no logro entenderte. Otras te extraño, con toda la fuerza de mi corazón, me pongo triste y pienso que algún día vamos a volver a estar juntos. Es como si no me resignara a aceptar que ya fue todo. Cada día que pasa espero algún milagro que te haga ser como eras antes, como me gustás. Y a veces pareciera que me escuchás y te transformás en alguien diferente, alguien a quien le importo, pero ese espejismo dura tan poco.
¿Cuántas veces puedo soñar que todo se recupera? Aprovecho los días en que te convertís en algo que vale la pena para aferrarme a la sensación de que puedo volver a sentirme feliz con vos, que no es imposible que me vuelvas a querer. Pero también me siento una estúpida, porque debería dejarte atrás y olvidarte como si fueras cualquiera en el mundo. Y no, sos uno en un millón. No tolero la idea de que no me quieras.
Qué cruel que fue el destino... Yo no tenía posibilidades de conocer a ningún chico nuevo, a nadie! Pero tuvieron que presentarnos, teníamos que tener amistades en común, tenía que cruzarte en los lugares más recónditos de la ciudad, vos tenías que pedirme el celular y el msn, yo te los tenía que dar. Tenías que invitarme a salir, yo tenía que decir que sí, cuando ni siquiera me gustabas.
"Salgo una vez y nunca más", "salgo otra y listo". Pero no, por algún motivo me encariñaba cada vez más. Y por un tiempo era todo lindo, pero algo te pasó y es el día de hoy que me pregunto qué.
No puedo ser más tarada porque no tengo tiempo.
Yo sé que estas cosas pasan, no es que esperaba haber conocido al amor de mi vida a los 17 años pero tampoco puedo creer que de un día al otro todo se haya terminado.
Nunca quise a nadie de esta forma. Pero las cosas cambian.
Olvidarte, creo que nunca.

Él, la nada y yo. Y quizás ella.

Una vez más, sin saber qué hacer. Cuando hablamos sólo me siento mal y no entiendo por qué tenés la necesidad de despreciar todo lo que hago, digo o pienso, por qué querés hacerme ver que me equivoco cada día. Todo lo que digo es usado en mi contra y resulta muy desestabilizante hablar con vos. Siento que no puedo más, que ni siquiera puedo ser tu amiga. Los amigos no se agreden, no se hacen sentir mal. Vos me destruís con cada palabra que sale de tu boca. ¿Tanta maldad había en tu ser?Nunca pude verla o no la quise ver. Y aun así, por más cruel que seas, yo te sigo queriendo. ¿Tan masoquista soy?

Hoy me invitó a una fiesta que hay el fin de semana. ¿No es acaso la persona más contradictoria que hay? Por un lado me demuestra que me odia y por el otro me quiere ver. Pero qué sentido tendría ir si sé lo que va a apasar: voy a ir, me va a ignorar, voy a llorar. Y él va a estar feliz de haber sido el centro de atención y de que yo sepa lo popular que es y que no me extraña para nada.
Le dije queiba a salir a otro lado, pero siguió insistiendo. Pero cuando le pregunté por qué quería que fuera no dijo nada, simplemente me ignoró y no tuve el coraje de seguir preguntándole. Sólo quería que me dijera que quería verme, que nota mi ausencia, que me necesita, que quiere que yo esté ahí y punto. Pero esas son cosas que nunca voy a escuchar.
No sé por qué hace lo que hace. No sé por qué me invita si no quiere verme.
Estoy desesperada por odiarlo pero no puedo, aunque cada día me convenza más de la basura que es. Quiero odiarlo, pero también quiero que ocurra algo que lo haga cambiar y que vuelva a ser lo que era (o lo que yo pensé que era). Tengo la estúpida esperanza de cruzarlo por casualidad, de volver de la facultad y encontrarlo en mi colectivo, de que un día pase por mi casa y me golpee la puerta sólo para saludarme, de que me pregunte si mañana tengo algo que hacer, de que me mande un mensaje, que haga algo que me saque de esta rutina enfermiza de esperar que algo.
Y a veces me invaden otras ganas, ganas incontrolables de decirle todo lo que me pasa, de hacerle saber que estoy enamorada de él, aunque viva demostrándome que no le pasa lo mismo, sólo quisiera hacerlo para saber qué diría. Ah no, ya sé lo que diría:NADA.
Todo plan que pueda realizar para encontrar una respuesta sincera y jugada es inútil. Él siempre encuentra la forma de evitarlo.
Pero no puedo sacar su presencia de mí si nunca se va. Si está ahí para invitarme a fiestas o para decirme que lo que estudio es lo peor que alguien pueda estudiar.
Tengo sus complicaciones, sus histerias, sus enojos, su arrogancia, su desdén, su ignorancia. Tengo todo lo que tenía cuando lo tenía. Menos a él.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Aun estás en mis sueños

Mi resignación y yo estamos muy agotadas.
Intento no dirigirte la palabra, no pensar en vos pero lo hacés muy difícil. Si no me querés por qué me buscás?No sé de qué hablarte, todo lo que te digo parece no importarte. Y vos no me decís nada. Estás demasiado absorto en tus cosas como para notar que estoy gritándote que te quiero. Ok, no me hables. Pero lo hacés. Y más confundida quedo. Te enojás por cosas que no tienen sentido y ahí me enojo yo. No quiero verte más, pero sigo yendo al mismo lugar, sólo para verte y para que me veas, y me hables y me digas esas cosas que nunca vas a decirme.
Ya dí por hecho que no somos el uno para el otro. Decime estúpida, pero siempre creí que tenías algo que el resto de los chicos no, eras especial, sos especial. Tenés algo diferente, algo que es muy para mí. Y a la vez sos quien más me hace sufrir.
Ya superé tus desaires, tus ofensas, tu ignorancia hacia mi persona, tus ganas de dejarme colgada en cualquier lado, tu necesidad de entretenerme con tu falso interés por algunos minutos.
Lo superé porque ya no lloro ni me deprimo por todo eso. Lo entiendo, lo tengo que entender, me tengo que acostumbrar porque las cosas son así y no depende de mí cambiarlas.
Pero eso no quiere decir que no te quiera. Todavía no lo gro sacar el puñal que tiene escrito tu nombre de mi corazón. Cursi pero cierto.
Te odio porque te amo y no puedo tenerte.