jueves, 12 de marzo de 2009

Olvidando lo inolvidable (tratando)

A veces te odio, no puedo creer lo malvado que sos, no logro entenderte. Otras te extraño, con toda la fuerza de mi corazón, me pongo triste y pienso que algún día vamos a volver a estar juntos. Es como si no me resignara a aceptar que ya fue todo. Cada día que pasa espero algún milagro que te haga ser como eras antes, como me gustás. Y a veces pareciera que me escuchás y te transformás en alguien diferente, alguien a quien le importo, pero ese espejismo dura tan poco.
¿Cuántas veces puedo soñar que todo se recupera? Aprovecho los días en que te convertís en algo que vale la pena para aferrarme a la sensación de que puedo volver a sentirme feliz con vos, que no es imposible que me vuelvas a querer. Pero también me siento una estúpida, porque debería dejarte atrás y olvidarte como si fueras cualquiera en el mundo. Y no, sos uno en un millón. No tolero la idea de que no me quieras.
Qué cruel que fue el destino... Yo no tenía posibilidades de conocer a ningún chico nuevo, a nadie! Pero tuvieron que presentarnos, teníamos que tener amistades en común, tenía que cruzarte en los lugares más recónditos de la ciudad, vos tenías que pedirme el celular y el msn, yo te los tenía que dar. Tenías que invitarme a salir, yo tenía que decir que sí, cuando ni siquiera me gustabas.
"Salgo una vez y nunca más", "salgo otra y listo". Pero no, por algún motivo me encariñaba cada vez más. Y por un tiempo era todo lindo, pero algo te pasó y es el día de hoy que me pregunto qué.
No puedo ser más tarada porque no tengo tiempo.
Yo sé que estas cosas pasan, no es que esperaba haber conocido al amor de mi vida a los 17 años pero tampoco puedo creer que de un día al otro todo se haya terminado.
Nunca quise a nadie de esta forma. Pero las cosas cambian.
Olvidarte, creo que nunca.

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