Y después de días insoportables y tormentosos, la calma.
Tuve una semana para recordar el resto de mi vida y un viernes todavía mejor, en el que por primera vez sentí lo que es la verdadera felicidad. Nunca me sentí como ayer, tan bien, tan realizada, tan tranquila.
Supongo que como vienen las malas rachas, también vienen las buenas.
Buenos amigos, buena gente en general, nuevo amor, ¡¡buenas notas!! y vacaciones, no puedo pedir nada más, sólo que dure para siempre :)
Hace 4 años