viernes, 26 de diciembre de 2008

--><--

Anoche lloré otra vez, y demasiado.
Todo me hace acordar a vos.
Pero hoy me levanté y me sentí feliz. Sí, feliz. Sin motivo alguno.
Por ahí, es que agoté todas las lágrimas.
Te sigo extrañando.
Extraño lo que siempre pensé que eras, y cuando me doy cuenta de lo que realmente sos, ya no quiero verte más.
¿Por qué pude creer que eras diferente?
Tonta, tonta, tonta.

No hay comentarios: