martes, 15 de abril de 2008

Chico malo

Bueno, hoy te vi. Y estoy bien pero no por eso, aunque contribuyó. Después de estar todo el día pensando en lo de ayer decidí asumir la verdad: no sos lo que yo esperaba, nunca lo serás, no puedo estar con vos y ser feliz, no soy importante en tu vida.
Creí que estas conclusiones me dejarían muy golpeada, pero por el contrario, estuve muy bien. Incluso me dijeron que me veían contenta. Es raro. Sin embargo muy dentro estaba mal, te extrañaba, te necesitaba. Aunque en realidad nunca estuviste.
Pero tenía que cruzarte. No voy a mentir, quería hablar con vos. Aclarar cosas. Y todo fue tan lindo, porque sos muy malo. Más malo sos y más me decepciono. Pero a la vez fuiste muy dulce, aunque no fue tu intención serlo creo.
Quizás me esté engañando porque no quiero que termine.
Tus malditas respuestas. ¡Cómo las odio! Nunca vas a decirme lo que quiero escuchar. Quiero creer que es lo que en realidad pensás y que lo que me decís es un escudo, pero ¿cómo puedo saber qué es lo que en verdad te pasa?
No es tan difícil lo que quiero escuchar.
No es un te quiero.
Sólo necesitaba oír que me querías ahí. A mí en especial. Yo y nadie más.
Que era importante que estuviera.
¿Será lo que pensás?
¿Por qué no me lo decís?
Me hizo bien hablar, no sos bueno, pero está bien.
Me gustás así.

No hay comentarios: